There are many wonderful beach towns in Mexico. For me, Sayulita doesn't make the cut. (Though they say it's great for surfing, the first and last time I tried to surf I was sucked under wave after wave and stung by jellyfish. That was in Nicaragua.) It's crowded, dusty and growing at a pace too fast for its infrastructure. A new waste management plant is being constructed now after people complained of e.coli poisoning in the water of this popular surfers' beach. The "treated" waste water runs right into the little cove and levels have been unsafe for swimming for years. Water shut offs are common for the people of the village - though not the tourists. It's not a place I'd go back to, though it is place that is representative of so many others. A nice natural spot is home to some locals, then maybe some foreigners, and if it's close enough to a major airport, then a lot of foreigners. Then the people with money invest and build and build and build until the breaking point. It's common in Mexico. Sayulita and Tulum are great examples of this practice which combines foreign money and greed with Mexican corruption and valemadrismo. The word is out on Sayulita and has been for some time. I just didn't find the charm there. I don't find the charm in places that become sucked dry by greed. And I feel uncomfortable participating in such an economy, though I know that my country has a lot to do with said economy. That said, I'm in no position to diss on a place or deem it "dead." On the contrary, I'm interested in the people who call this place home and who have for a long time. How does tourism affect them? Are the jobs worth the traffic and the pollution? Are they quality jobs? Do they offer room for growth for the people and their families? I didn't get a chance to ask this gentleman, but I believe he would have had something to say on the subject.
Hay muchos pueblos de playa maravillosos en México. Para mí, Sayulita no hace el corte. (Aunque dicen que es genial para surfear, la primera y la última vez que intenté surfear me derribaron ola tras ola y me picaron las medusas. Eso fue en Nicaragua). Repleto de gente, polvoriento y crece a un ritmo demasiado rápido para su infraestructura . Se está construyendo una nueva planta de gestión de residuos después de que la gente se quejara de envenenamiento por e.coli en el agua de esta popular playa de surfistas. Las aguas residuales "tratadas" corren directamente hacia la pequeña cala y los niveles han sido inseguros para nadar durante años. Los cortes de agua son comunes para la gente del pueblo, aunque no para los turistas. No es un lugar al que volvería, aunque sí es un lugar que es muy representativo de muchos otros. Un hermoso lugar natural, hogar de algunos lugareños, y entonces quizás también de algunos extranjeros, y si está lo suficientemente cerca de un aeropuerto importante, entonces de muchos extranjeros. Luego, llegan los inversores con mucho dinero, construyen y construyen y construyen hasta el punto de ruptura. Es algo muy común en México. Sayulita y Tulum son dos grandes ejemplos de esta práctica que combina dinero y avaricia extranjeros con corrupción y valemadrismo mexicanos. Se corrió la voz de Sayulita y se ha seguido corriendo durante algún tiempo. Simplemente no puedo encontrar el encanto allí. No encuentro el encanto en lugares arruinados por la codicia. Y me siento incómoda al participar de esa economía, aunque sé que mi país tiene mucho que ver con esto. Dicho esto, no estoy en posición de matar mi interés sobre “este formato” de lugares. Por el contrario, me interesan las personas que llaman hogar a este lugar y que lo han hecho durante mucho tiempo. ¿Cómo les afecta el turismo? ¿Valen la pena los puestos de trabajo a costa del tráfico y la contaminación? ¿Son trabajos de calidad? ¿Ofrecen espacio para el crecimiento de las personas y sus familias? No tuve la oportunidad de preguntarle a este caballero, pero creo que él habría tenido algo que decir sobre el tema.
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